20 Dic Festejemos sin causar sufrimiento
Bien sabido es que los sonidos fuertes dañan la audición y la pirotecnia representa una pesadilla para muchos: bebés, niños, adultos mayores y animales son los más afectados ante los estallidos.
¿Qué efectos tiene la pirotecnia sobre los animales?
El uso de pirotecnia genera taquicardia, temblores, falta de aire, náuseas, aturdimiento, pérdida de control, miedo y/o muerte. Los efectos en los animales son diversos y de diferente intensidad y gravedad. Los perros suelen sentir temor y al huir pueden ser víctimas de accidentes o perderse. Las aves reaccionan frente a los estruendos con taquicardias que pueden provocarles la muerte; los gatos suelen correr detrás de los explosivos por simple curiosidad pudiendo ingerirlos, perder la vista o lesionarse; los insectos y otros animales pequeños poco pueden hacer para no ser dañados, la pirotecnia es para ellos un explosivo de gran tamaño.
¿Y entre las personas?
Entre las personas, quienes más lo padecen son las que tienen Trastorno del Espectro Autista (TEA) y Trastorno Generalizado en el Desarrollo (TGD) ya que poseen alta sensibilidad auditiva. Y no son pocos. Solo para tomar medida, unos números: según la Asociación Argentina de Padres de Chicos con Autismo (APAdeA) actualmente 400 mil personas tienen TEA.
Esa población es gravemente afectada por lo que para pocos, que tampoco consideran los peligros para ellos mismos, es una fiesta.
¿Cómo afecta la pirotecnia a las personas con TEA y TGD? Tienen reacciones desesperadas para alejar esos ruidos de sus oídos: generalmente se tapan muy fuerte los oídos, tienen crisis de llanto e incluso llegan a autolesionarse. Esa situación de vulnerabilidad extrema los pone en una posición que el entorno percibe como «agresiva», pero la única manera que encuentran, en medio de una crisis, para comunicar lo que la situación les genera.
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